Amados hermanos y hermanas.
En Filipenses 1:12 dice lo siguiente: “Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido han redundado más bien para el progreso del evangelio.”
Pablo estaba en prisión. Sacando nuestras propias conclusiones podríamos esperar que su tiempo allí sería improductivo para el evangelio. Pero vemos que dice: “las cosas que me han sucedido han redundado más bien para el progreso del evangelio” y “…cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor” (Fil. 1:14).
No solamente las cadenas de Pablo no fueron un obstáculo para el evangelio sino que también sirvieron para fortalecer su testimonio. Se volvieron el poder para la valiente proclamación de la Palabra de Dios para los otros hermanos. Puede que parezca negativo para el evangelio el que Pablo haya estado en prisión pero no lo era. Por lo contrario, tuvo efectos positivos así como ayudó a su testimonio. El mismo efecto tiene también su presencia en ese lugar – esto es, en prisión – pero esta vez en Filipo.
De todo lo anterior, podemos concluir que si amamos a Dios, cualquier cosa que suceda en nuestras vidas, agradable o desagradable, ayuda para bien. (Romanos 8:28) Muchos se decepcionan y se ofenden cuando “la tribulación o persecución los alcanza por causa de la Palabra” (Mateo 13:21). Sin embargo, aun las tribulaciones, OBRAN PARA BIEN, si amamos a Dios.
Dios te bendiga en este día
Tome un tiempo para orar.
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