En Mateo 7:19-23 dice lo siguiente: “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 así que, por sus frutos los conoceréis.
Amados hermanos y hermanas.
Siguiendo el orden de Mateo en el capítulo 21 después de la Entrada Triunfal nos encontramos con relato de la Higuera Estéril. Y me tome el desafío de compartirles algo en base a este pasaje. Cuando Jesús iba volviendo a la ciudad por la mañana temprano, sintió hambre. Entonces vio una higuera al borde del camino y se dirigió a ella, pero no encontró nada y le dijo: ¡Que no produzcas fruto nunca más! inmediatamente la higuera se secó. Cuando los discípulos lo vieron, se quedaron sorprendidos; y dijeron: ¿Cómo es que se secó la higuera de pronto? -Os digo la pura verdad -le contestó Jesús-: Si tenéis fe y no lo dudáis, no solo haréis lo qué le sucedió a la higuera; sino que hasta diréis a este monte: «¡Desarráigate y tírate al mar!,» y sucederá.
Todo lo que pidáis en oración, si lo creéis, lo recibiréis. Si lo tomamos este pasaje literalmente, nos muestra a Jesús en una acción que es incompatible con todo lo que creemos de Él. Debemos, por tanto, acercarnos a este pasaje con un sincero deseo de descubrir la enseñanza aplicable para nuestra realidad hoy como seguidores de Jesús. Marcos también nos cuenta esta historia (Mar 11:12-14 y vs. 20), pero con una diferencia notable.
En Mateo, la higuera se secó inmediatamente. Por otra parte, en Marcos no le sucedió nada al árbol en seguida, y fue solo la mañana siguiente cuando iban pasando por allí, los discípulos vieron que la higuera se había secado. Este pasaje se presta para hacer un gran estudio bíblico, pero esta vez me voy a limitar a decirles que como seguidores de Jesús, debemos procurar dar buenos frutos como lo señala Mateo 7:20.
Dios te bendiga en este día.
Tome un tiempo para orar.
Leave a Reply