Amados hermanos y hermanas.
En Proverbios 23:17 dice lo siguiente: “No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor de Dios todo el tiempo.”
Tal vez que Ud. ha tenido la oportunidad de ver a alguien que estaba haciendo algo malo; se le ocurrió que le gustaría estar en el lugar de esa persona porque le parece que se está perdiendo algo. No envidie jamás a alguien que hace el mal, puesto que no es digno de que se le envidie. En vez de envidiarlo, evite hacer lo que él hace; esto se puede hacer solamente al perseverar en el temor de Dios.
El temor de Dios no es ocupación casual sino completa. Empiece el día con una oración, pidiendo a Dios ese temor, pida a Dios un corazón limpio todo el tiempo y una vida dedicada al servicio de Cristo. Dios ofrece oportunidad de fortalecer la fe por medio de la oración, la lectura de su Palabra y la comunión con otros creyentes. Es ese temor de Dios lo único que, al fin y al cabo, nos mantendrá a salvo. Para vivir una vida de testimonio, es indispensable vivir sin interrupción en el temor de Dios.
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
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