Amados hermanos y hermanas.
En el Salmo 23:4 dice lo siguiente: “Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.” (La Biblia de las Américas LBLA)
Lo tenemos más que claro: Nadie está libre de atravesar por situaciones difíciles en su vida, pero superarlas es una decisión muy personal. El Señor dispone su compañía y protección para esos días difíciles con el fin de reanimarte y conducirte al cumplimiento de todo lo que diseñó para ti. ¡Levanta tu ánimo! No es tiempo de temer, sino de confiar en que Dios te acompaña en tu camino. Tu bendición no depende del escenario en el que estas; depende de quién te respalda y va contigo hasta el final. Dios te dice en esta hora: No estás a pocos pasos de tu bendición, ya llegaste a ella. Vienen tus mejores días. Desde ahora más que nunca cobran vida las palabras del apóstol Pablo que dicen: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31)
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
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