Amados hermanos
Éxodo 3:7 dice lo siguiente: “Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus opresores; pues he conocido sus sufrimientos.”
Este versículo de Éxodo corresponde a la hermosa experiencia espiritual de Moisés en el Monte Horeb, allí mientras apacentaba ovejas, tuvo una tremenda visión, vio una mata de zarza que ardía y no se consumía. Allí se concretó el llamado a Moisés y se inició el proceso para liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto. Dios de alguna manera se comunica con nosotros cuando nos ha elegido. Dios habla con claridad y en Éxodo 3:7 dice: “Bien he visto la aflicción de mi pueblo, he oído su clamor (oración) a causa de sus opresores; pues he conocido sus sufrimientos.” En este versículo hay tres elementos muy interesantes de parte de Dios para ti:
- a) Dios “ha visto” tu aflicción.
- b) “Ha oído” tu clamor
- c) Y “sabe”.
Porque también dice: “he conocido tus sufrimientos.” Todo esto nos confirma y nos consuela al saber que Dios está con nosotros en tiempos de temores y preocupaciones a futuro. Dios nos confirma y nos asegura que “Él es el mismo hoy, ayer y por los siglos,” como bien lo dice en Hebreos 13:8: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.”
Mi hermano confía en que él te ayudará en tu aflicción, pues Dios ha oído tu clamor y conoce todo lo que vives.
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
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