Amados hermanos y hermanas.
En Mateo 6:24 dice lo siguiente: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
Hay solamente dos poderes luchando sobre la tierra, uno se llama el Reino de Dios y el otro se llama el reino del mundo. Vemos claramente la intención de cada uno sobre la humanidad. Todos estamos sujetos a uno u otro de estos dos grandes poderes. Cada uno está encabezado por un poderoso amo, pero en el caso de Jesús su palabra dice: “El que no es conmigo, contra mí es y el que conmigo no recoge, desparrama.” Mat. 12:30. Por esto, todos somos siervos del uno o del otro y nuestro servicio es urgentemente solicitado por ambos amos. Las ofertas y promesas del amo del reino de este mundo por nuestros servicios son muchas y parecen muy interesantes, como una vida deleitable, sexo, alcohol, drogas y toda clase de diversión y esclavitud. Pero no hay una promesa eterna para el tiempo venidero. Más bien, la cariñosa promesa del buen amo Jesucristo, es que te arrepientas de tus pecados para obtener Salvación y Vida eterna. Más el privilegió a todos los que le recibieron y les dio el derecho de ser hechos hijos Dios. Jn.1:12
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
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