Amados hermanos y hermanas.
En Efesios 5:17 dice lo siguiente: “Y tomad… la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”.
No hay duda de que hoy la iglesia (los creyentes) y estamos en el fragor de la batalla. El enemigo de la causa del evangelio está en pie con violencia, insultos, resquicios legales y proyectos de ley que atentan frontalmente al mundo evangélico. Pero conforme la palabra, no debemos olvidar que hay un enemigo que no es común y corriente; no se trata de gente de carne y hueso y que no pueden ser contra atacados con armas comunes o con leyes humanas.
El creyente lucha contra el reino de satanás; existen poderes espirituales que buscan la destrucción de los creyentes en Cristo Jesús. Este tipo de enemigo requiere armas especiales para combatirlo; un arma espiritual que tenga efecto sobre él que es también una fuerza espiritual. El arma del creyente es la que Dios ha puesto a su disposición y es su Palabra, El diablo puede atacar en muy distintas formas y repetidamente, pero la espada del Espíritu es poderosa y destruirá al maligno. Podemos ver con claridad el poder de esa palabra en el caso de Jesús cuando fue tentado por el diablo en el desierto. (Mateo 2:1-11)
Dios le bendiga en este día.
Tome un tiempo para orar.
Leave a Reply