Amados hermanos y hermanas.
En 1ª de Corintios 13:11 dice lo siguiente: «Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, más cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”
Hay etapas en tu vida que tienen que quedar atrás, no siempre vas a ser niño. No siempre vas a ser una semilla. Un día debes ser sembrador. Tienes que determinarte a vivir en constante desarrollo, porque los retos que enfrentas así lo requieren.
Es tiempo de crecer, de madurar y afrontar con firmeza y responsabilidad los desafíos de tu vida, sin postergar cambios y sin evadir el propósito que Dios tiene contigo.
Si Dios fue quien te puso en el lugar donde estas hoy, es porque Él sabe que ahí vas a dar mucho fruto.
Ten fe y persevera. Recuerda que eres tú quien toma la determinación de dejar atrás lo antiguo.
Hazlo cuanto antes, tienes el respaldo espiritual de Dios para eso.
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
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