Amados hermanos y hermanas.
En el Salmo 46:10 dice lo siguiente: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.»
No es el mucho afán ni el activismo lo que te lleva a un mayor conocimiento de Dios. Al contrario, Él espera de ti que estés quieto, que le permitas actuar, que sepas escuchar su dulce voz, que tu enfoque principal no sea tu hacer, sino tú esperar en Él. Determina estar quieto ante Su presencia, deja de moverte según las circunstancias, estarse quieto para nada es estar en inactividad.
Estar quieto es cederle el control sobre tu vida para que Él se enaltezca en ti. Estar quieto es darle el reconocimiento a Dios, que Él es el Rey de las naciones. Él frena el poder del enemigo y te da la victoria sobre tus pruebas.
El hace y hará grandes cosas, que tú nunca has visto. Cada día te sorprenderá con Su poder. No tienes por qué tener miedo, Dios está peleando por ti y te ha prometido ser fiel, estar contigo y no dejarte hasta darte la victoria final.
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
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