Amados hermanos.
En Mateo 24-25 dice lo siguiente: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.”
Este es uno de mis pasajes favoritos del N. T. me enseña que, por ser un cristiano maduro, no quedo exento de tener problemas, puesto que la lluvia, las avenidas de agua y los vientos huracanados, soplaron con ímpetu también sobre la casa del sabio. Hay momentos donde tenemos que tomar decisiones. Cada día tomamos muchas decisiones y algunas en forma mecánica. Todos queremos ser felices, estar en paz y sentirnos seguros, pero en muchas de las decisiones que tomamos los resultados no son buenos, porque no hemos consultado al Señor respecto de nuestros planes. “Nuestra vida es comandada por el ego y el yo personal.” A diario podemos encontrarnos con personas cuyas vidas están fundamentadas en cosas materiales, pasajeras, las cuales les produce una falsa paz y tranquilidad, que se desvanecen casi inmediatamente. Pero también hay personas que aseguramos nuestra vida sobre lo eterno y lo verdadero, esto nos produce una verdadera paz y una tranquilidad permanente. Hagamos que nuestra vida y familia sea fundada en la roca que es Jesucristo, edifiquemos con prudencia sobre la roca que es Cristo.
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
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