Amados hermanos y hermanas.
En 1 Corintios 12:11 dice lo siguiente: “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” (RVR1960)
Junto a mi esposa, por más de 27 años, hemos vivido una vida pastoral y de servicio al Señor, dicho servicio ha sido lo que conocemos como “evangelio integral”. Vale decir, hemos procurado dentro de nuestras posibilidades servir a las personas en todas las áreas de la vida como nos lo enseña Jesús. En la Iglesia primitiva había creyentes que habían recibido dones especiales. A veces, esto resultaba en orgullo de unos y envidia de otros. Cada uno pensaba que su don particular era el mejor y de más valor. Así es todavía hoy en día. Para llevar adelante la obra del evangelio, el Espíritu Santo da a ciertas personas dones particulares y especiales.
Alguien puede poseer, por ejemplo, el don de entender y explicar la Palabra de Dios. Otro puede tener el don de la oración. Hay personas que tienen especial talento para llevar el consuelo de Dios a los tristes y atribulados. Hay quienes pueden amonestar a los que andan por mal camino, sin ofenderles ni separarlos del Señor. Tal vez usted mismo tiene un don espiritual o alguna habilidad especial para servir y ser usado en el reino de Dios. Favor, tenga presente que todos nos convertimos en un potencial de bendición en las manos del Señor
Que ese Dios maravilloso le bendiga en este día.
Tome un tiempo para orar.
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