Amados hermanos.
En 1ª de Corintios 12:3 dice lo siguiente: “Nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.”
Nosotros los cristianos declaramos que somos salvos por la fe en Jesucristo. No hay otra forma de ser salvo. Fue Cristo quien llevo la carga de nuestro pecado y obedeció a Dios en nuestro lugar. Los méritos que Cristo gano con su vida se nos dan a nosotros por la fe. Pero ¿Por qué es que algunos creen el evangelio de Cristo y otros no?
La respuesta se encuentra en esta carta de Pablo a los corintios. Es el Espíritu Santo quien imparte la fe. Es ese don o regalo de Dios que hace posible conocer y admitir el significado de Jesucristo. Si alguien ha recibido el don de la fe debe invocar la presencia del Espíritu Santo para recibirlo. Si alguien tiene una débil fe debe recurrir con la certeza de que el Espíritu Santo le fortalecerá. Si alguien busca salvación en alguna otra parte, debe volver su vista a Jesucristo. El es el único que puede librarle de sus faltas y darle nueva vida.
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
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