Amados hermanos.
En Gálata 3:24 dice lo siguiente: “De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.”
En estos últimos tiempos se habla mucho sobre sobre la igualdad y la libertad. En la Biblia Dios señala claramente el camino de la igualdad y la libertad, pero el hombre común siempre en rebeldía en busca de un camino diferente. La promesa de la salvación por medio de Jesucristo parece muy poco prometedor para muchos. No es muy emocionante ni heroico; no le deja iniciativa al hombre. De alguna manera el lanzamiento a la actividad, a la protesta, al combate, aún a un humanismo anticuado, les resulta más emocionante y satisfactorio. Claro está, que esto no está conforme el propósito de la ley de Dios. El nunca tuvo la intención de que su ley se considerara como otro camino para la vida y el bienestar de la humanidad. La ley no puede dar vida. La ley puede definir el pecado. Dice al pecador que es pecador; pero no puede sacarlo de su pecado. La ley contiene la promesa de vida y libertad; pero nosotros no podemos obtenerla. La ley de Dios no es “otro camino” hacia la libertad. La ley de Dios, nos dirige hacia la fe en Jesucristo con lo cual llegamos a vivir la verdadera libertad.
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
Leave a Reply