Amados hermanos.
En Santiago 5:9 dice lo siguiente: “Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.”
Perdonar a los que les hagan mal y reconciliarte con aquellos que te presentan luchas, es sabiduría pura. Ninguno de nosotros es inmune a la crítica, ella surge de igual manera que surge la respiración en nosotros. Pero, prefiero resistir la crítica que no hacer nada para Dios. Muchos de aquellos que te critican no hacen nada por cambiar las cosas para el Señor y Su gloria. Más bien se sientan para ver y estudiar lo que tú haces, para criticarlo y tratar de desmoronar tus proyectos.
El crítico no es el que importa, tampoco aquel que critica el tropiezo del hombre fuerte, o sobre quien podría haberlo hecho de mejor forma. Importa verdaderamente tu esfuerzo y entusiasmo para ver la Gloria de Jesús. El reconocimiento de Dios es para todo aquel que está en medio del conflicto, luchando con valor y convicción por hacer cosas nuevas para la gloria de Dios.
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
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