Amados hermanos.
En Mateo 14:25-27 dice los siguiente: “Más a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!”
Uno de los himnos más tradicionales de los evangélicos es Firme y adelante. Y en una de sus partes dice: “Sin temor alguno que Jesús nos ve.” No hay ninguna duda, las cosas a nivel mundial siguen muy mal. En este último tiempo está latente el temor de una guerra nuclear. Por su parte, aunque en menor escale continua la crisis sanitaria y ni hablar de la delincuencia y crueles atentados terroristas. En medio de todo lo que nos pasa Jesús nos alienta y nos reitera su fiel compañía en toda circunstancia. Cuando los discípulos estaban en la barca en medio de la tormenta, Jesús invitó a Pedro que se acercara a Él, y al notar la fuerza del viento tuvo miedo y comenzó a hundirse y grito: ¡Sálvame Señor! y en ese momento Jesús le dice: ¡Calma! ¡Soy yo: no tengas miedo!. Hoy Jesús nuevamente abre los brazos para sostenerte en medio de tu tormenta y te dice: ¡Calma! no tengas miedo, Yo estoy aquí para socorrerte y animarte. Ese es nuestro gran Dios, está presente en medio de tus problemas y tus angustias.
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
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