Amados hermanos y hermanas.
En Juan 3:36 dice lo siguiente: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”
A la luz del verso de Juan 3:36, el ser humano en su más íntimo pensar sabe y reconoce que hay una ley. La humanidad puede vivir tranquila si hay ley y las autoridades que las hagan cumplir. La ley refrena los instintos de hacer el mal, aunque otros la utilizan a su favor. Sea como sea, a través de la ley se ordena una forma de gobierno para un país. Esa es la forma en que el mundo vive la ley. Nosotros, los hijos de Dios vivimos la ley por medio de Jesucristo, entendiendo que la ley bajo la que vivíamos, aun no transgrediéndola nos conducía a un juicio y a una muerte de sufrimiento eterno. La gracia de Dios, es que a través de su hijo amado nos rescata divinamente de ese juicio. Por medio de Él, nos regala una nueva vida. Pero esa nueva vida es para aquellos que quieran venir por ella en forma voluntaria. Solo necesitas creer y tener un verdadero arrepentimiento de la herencia de tu maldad, y ahí, Jesús se manifiesta con poder y gran gloria y pasamos a ser llamados hijos de Dios y obtenemos la vida eterna.
Dios te bendiga en este día.
Toma un tiempo para orar.
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