Amados hermanos y hermanas.
En Éxodo 35:31 dice lo siguiente: “Y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte.”
Cuando Dios dio sus instrucciones para la construcción del tabernáculo, envió su Espíritu para que capacitara a las personas que debían poseer talentos especiales para la obra.
Así podemos darnos cuenta de que en el Antiguo Testamento Dios concedió tales aptitudes para algunas tareas especiales. Esto no significa que dio siempre el don de la santidad porque a veces esta gente no era de la mejor.
Porque sus dones eran dones de su Espíritu. Esto quiere decir que deberíamos abandonar el orgullo personal de las conquistas humanas. Toda realización humana procede, al fin y al cabo, de los dones que el Espíritu ha dado a quien la realiza.
También significa esto que podemos orar y pedir al Señor que envíe personas con talentos especiales y necesarios para su reino. Dios puede levantar a personas de talentos y siempre lo ha hecho como lo testifica la historia humana. Recuerde que los talentos o dones del Espíritu Santo son un regalo especial por lo cual debemos dar gracias a Dios y usarlos para su santo servicio, porque esta es la intención divina.
Dios te bendiga en este día
Toma un tiempo para orar.
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